LUCHA REYES – Remembranzas Vol. 1

Cuando murió, la voz de Lucha Reyes ya había alcanzado alturas inusitadas; como una ola enroscada, había invadido el aire a toda velocidad hasta alcanzar los cielos. Era 1973, y la “Morena de Oro del Perú”, la diva negra que cantaba valses criollos y brillaba en carpas de lujo, tenía 37 años cuando su corazón se detuvo en una mañana oportuna: el 31 de octubre, Día de la Canción Criolla, su día. Las calles del centro de Lima, abarrotadas de devotos religiosos —que, como ella, se habían vestido de morado para asistir a la procesión del Señor de los Milagros ese día—, pasaron de la euforia sublime al duelo más íntimo y fraternal: no solo acababan de perder a una mujer cuyas cuerdas vocales se creían verdaderamente hechas de oro; También ‘La Reyes’, como ellas, había surgido de las entrañas de los callejones de los barrios obreros de la capital, había tenido al mundo y a un orden social en su contra y sin embargo, siendo mujer, negra, pobre y acosada por la enfermedad y la violencia, había logrado rugir desde lo imposible para no ser olvidada, para ser amada, y lo había logrado.